A Una llamada de Esperanza
“En un tiempo en que es difícil para todos conseguir asistencia médica, Compassion Perú implementa la iniciativa remota para alcanzar a todos los beneficiarios y sus familias.”.
Cuando un niño se enferma ahora, los padres ya no lo pueden llevar al hospital como lo hacían antes. A menos que tenga los síntomas del COVID-19, una persona ya no es prioridad en ninguno de los centros de salud en el país. Para Compassion, sin embargo, los niños y en especial su salud son todavía prioridad.A las 6:30 am en el pueblo de Chulucanas, en medio de la cuarentena por el COVID-19, todo es tranquilidad.
El escenario actual se ha convertido en un gran desafío a vencer. Se puso rápidamente un plan en movimiento para seguir cuidando de las necesidades de salud de los beneficiarios.
“Hemos implementado la iniciativa de asistencia médica remota para ayudar a todos nuestros niños, madres de Supervivencia y sus familias” dice el gerente de Apoyo del Programa Miguel Quiroz.“Hemos contratado doctores que hacen regularmente llamadas telefónica a nuestros beneficiarios y prescriben las medicinas necesarias”.
Una de las profesinoales de Salud contratada por Compassion fue tocada por el trabajo que hacen por los niños.
“Esta mamá no sabía qué hacer. Era algo simple pero crítico. A esa edad, podía haber llevado al niño a tener convulsiones que eventualmente causan daño neurológico” añade Rita. “La mamá me llamó dos días después, me agradeció y me dijo que su bebé estaba bien”.
"Los doctores han estado llamando a nuestros niños para asegurarse de que se encuentren bien. Compassion ha sido una gran bendición, los niños y sus padres se sienten amados y cuidados” dice la facilitadora Elisa Villalobos.
Los niños de Compassion y sus familias pueden descansar seguros de que sus necesidades serán suplidas y que hay personas que cuidan su bienestar.
“Estoy muy agradecida porque mis dos hijos están en el proyecto de Compassion. Tener este tipo de asistencia médica es maravilloso. A veces tengo dudas como madre soltera y quiero que mis niños estén bien, especialmente mi niño de 2 años, Sebastián, que está creciendo” dice la mamá Cristina Pérez.

“Estuve desnudo, y me cubristeis; estuve enfermo, y me visitasteis”.
MATEO 25:36