Acciones de las Iglesias Socias
“Cuando escuchamos las noticias aquel domingo, convocamos a una reunión de emergencia el lunes. Desarrollamos un plan estratégico e identificamos a las familias más vulnerables para apoyarlos primero”, cuenta Debora Cuesta, Facilitadora de Sociedad.
El domingo 15 de marzo, el presidente Martín Vizcarra declaró al Perú en Estado de Emergencia para ayudar a detener el brote del COVID-19 en el país. De inmediato, el equipo de Programas convocó una reunión de urgencia. Las normas dictadas impedían el normal funcionamiento de los programas de Compassion y había que tomar medidas de inmediato.
“Para nosotros, es una práctica habitual entregar a los niños kits de higiene con jabón, pasta dental, cepillo dental y champú dos veces al año”, dice Jorge Gil, otro Facilitador de Sociedad. Además, cada iglesia tiene además el contacto de un especialista en salud de su zona. Si un niño se enferma o presenta síntomas, ellos están allí para ayudarles.
Las iglesias socias de Compassion también crean alianzas con las autoridades. El arduo trabajo realizado por los pastores y directores de proyectos es bien conocido y apreciado por todos en estas comunidades. Por eso, en esta emergencia, han recibido el apoyo de la Defensoría Pública y de la Policía.
“Van en sus vehículos de casa en casa entregando víveres a las familias de parte del Proyecto de Compassion. Las familias se han sentido muy conmovidas por esto”, agrega Débora.
A pesar de que todas las iglesias socias han cerrado sus puertas debido a la cuarentena, los tutores y voluntarios están en contacto con las familias asegurándose de que estén bien y levantando su fe.
“Los pastores y voluntarios realizan llamadas telefónicas, seguimientos a las familias, brindan consejería, apoyo espiritual y alimentos. Hay también iglesias que han adaptado sus servicios a plataformas digitales y han creado grupos de oración en línea con sus miembros”, expresa José Huamanchumo, Gerente Senior de Sociedad.
A pesar del momento en que vivimos, las iglesias socias continúan sirviendo a las familias en el programa de Compassion, distribuyendo alimentos y levantándoles el ánimo.
"El principal desafío que tengo como Facilitador de Sociedad es mantener a todos alentados e informados de una manera que no sea alarmante", dice Débora. “Pedimos al Señor que siga fortaleciendo nuestra fe y nos siga proveyendo los recursos, no sólo financieros, para poder continuar ayudando a las familias en necesidad”.

No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.
Gálatas 6:9